Disfruto de mi cuerpo. Del poder que tengo sobre él. Le regalo mi tacto, lo muevo a mi antojo. Estimulo sus rincones, llenándolo de lascivia. Lo abrazo, lo acuno, desperezando las ganas. Lo estiro, contraigo, según dicta la fuerza del instinto. Mi «yo» animal. El «yo» que sólo brota contigo.
No, no necesito que estés en mi cuarto para llenarme de tí. Para oler tu perfume, tu aliento, tus hormonas. Estoy sola, pero evoco cada caricia tuya en mi piel. Al calor de tu lumbre. Cada jadeo en mi oído. Cada mordisco, cada azote. Desnuda, solita. Recuerdo cómo tus dedos jugaban conmigo. Y me mojo solo de pensarlo. Me mojo de puro gusto, aunque no estés aquí. Te desviste mi mente, te devora mi lengua. Mientras me toco como me tocaste. Me enciendo, como me encendiste. Cierro los ojos y te cuelas otra vez dentro. Me recuerdo sobre tí, clavando mis manos sobre las tuyas. Haciéndote mi prisionero. Afligiéndote mi azote. Te cabalgo, te espoleo… Hasta que esa furia, se apaga en un grito.
Mojada, cansada, excitada aún, mi cuerpo cae sobre el colchón, como ayer cayó sobre tu pecho. Te fuiste, pero quedó tu sed. Prometo beberla toda, hasta que vuelvas.
Bárbaro!!!! Tengo el corazón y más cosas a mil. Has sido capaz de erizar mi piel y hacerme sentir que me estaba pasando a mi
Esto es toda una estela sexual. Muy bueno!👏👏👏👏